Espacios que integran la sala de Psicomotricidad

Artículo extraído del proyecto “CONSIDERACIONES A LA HORA DE DISEÑAR E IMPLEMENTAR UNA SESIÓN DE PSICOMOTRICIDAD PARA EL PRIMER CICLO DE EDUCACIÓN PRIMARIA ATENDIENDO A ALUMNOS CON DEFICIENCIA INTELECTUAL ASOCIADA A SÍNDROME DE DOWN”

Por José Miguel Castaño Carrasco

Máster Internacional de Psicomotricidad en la Universidad de Murcia

Perfil de Linkedin: www.linkedin.com/in/jomicc

Email: jomicc@outlook.com


Para llevar a cabo la práctica psicomotriz, Bernard Aucouturier propone un itinerario formado por tres espacios, a través de los cuales, el niño puede madurar globalmente y cuya finalidad es ofrecer en cada uno de ellos los materiales y el lugar físico para que las actividades tengan un matiz predominante.

Para Arnaiz (1987), este itinerario coincide con el desarrollo evolutivo del niño desde las perspectivas psicobiológica (H. Wallon), cognitiva (J. Piaget) y psicoanalítica (S. Freud).

Según Arnaiz (1988, 80) la sala de psicomotricidad es un lugar privilegiado para el niño, ya que en ella suceden cosas importantes para él”. Es un lugar en el que el niño resuelve sus problemas, en donde puede manifestarse como es sin ser rechazado, en definitiva, es donde vive en plenitud su expresividad motriz, lo cual le produce una gran satisfacción y felicidad.

Espacios de la sala de psicomotricidad:

– El espacio sensoriomotor o espacio de la expresividad motriz:
En un ambiente de seguridad el niño llevará a cabo juegos de placer sensoriomotor: trepará, saltará, rodará, se balanceará, girará, caerá, jugará con el equilibrio, experimentando diferentes sensaciones kinestésicas, propioceptivas y todo esto le llevará a tener conciencia de su propio cuerpo y de sus posibilidades de movimiento, así como adquirir distintas habilidades. En este espacio el niño se encuentra con todo tipo de material ordenado y adecuado a la actividad sensoriomotora que desee realizar y que favorece la liberación de tensiones.

Los primeros juegos que aparecen son juegos de reaseguración profunda que resegurizan a los niños frente a la angustia. A través de estos juegos el niño se centra en sí mismo, sus sensaciones, acciones, movimientos, gestos, tono, emociones… transformando sus angustias y fantasmas en placer. Son juegos de placer sensoriomotor que permiten perder los límites manteniendo la sensación de unidad. Si el niño es acompañado y sostenido por el psicomotricista podrá llegar a realizar acciones y movimientos cada vez más armónicos.

Algunos juegos como ejemplo: Juegos de destrucción; juegos de placer sensoriomotor (trepar, saltar en profundidad, caer, rodar, balancearse); juegos de envoltura; juegos de escondite y juegos de persecución.

Materiales: Espalderas, escaleras, tablones, colchonetas, balancines, bancos, cuerdas… incitando así sus posibilidades de movimiento.

Si quieres ver el tipo de materiales más utilizados entra en este apartado: Material de Psicomotricidad

– El espacio afectivo o de juego simbólico:
Es el lugar donde el niño nos mostrará su emoción y su vida fantasmática, sus gestos, su postura su mímica, así como la utilización que hace del espacio, de los objetos y del tiempo. Este espacio potencia la expresión motriz y la creatividad con un material apropiado, y es en el juego interior donde el niño manifiesta su mundo interior viviendo una serie de roles que le ayudan a superar el sistema de normas y conflictos que le pone el adulto.

Algunos juegos como ejemplo: juegos de identificación con el agresor (el juego del lobo) así como los juegos de reaseguración superficial que son juegos de identificación parental o de identificación con personajes imaginarios (de dibujos animados) o de la vida social (artistas o deportistas).

Materiales: Módulos de gomaespuma de diversas formas, tamaño y colores, telas, recipientes, máscaras, ropa para disfrazarse, instrumentos musicales, etc.

– El espacio de la distanciación, pedagógico o de las construcciones o espacio para la expresividad plástica y el lenguaje:
Espacio para las producciones emocionales y simbólicas ayudándole a la adquisición de las bases para el trabajo cognitivo y de representación. Este espacio favorece el acceso al pensamiento operatorio en la medida que el niño se queda en el exterior de la construcción y es capaz de hablar sobre ella según sus parámetros cognitivos. Los objetivos de este espacio son: posibilitar en el niño el paso de la vivencia emocional, a la representación cognitiva, facilitar la descentración afectiva y favorecer el acceso al pensamiento operatorio. Estos objetivos son propuestos a través de la manipulación, experimentación y conceptualización.

En este lugar los niños pueden construir o dibujar libremente.

Materiales: bloques de madera, figuras de construcciones, pinturas y lápices para expresar su trabajo, pizarra…

La división de los espacios posibilita al niño seguir el itinerario con maduración a partir de su actividad espontánea y sus propias necesidades. Los materiales estarán ubicados al alcance de los niños quienes podrán tomarlos o solicitarlos cuando deseen o el psicomotricista los propondrá según la evolución de la sesión.

Referencias:

  • Arnaiz Sánchez, P. (1988): Fundamentación de la Práctica Psicomotriz en B. Aucouturier. Madrid: Seco-Olea.
  • Aucouturier, B. (1993): Los niveles de la expresividad psicomotriz. Revista de Educación Especial, 15. Amarú. Salamanca.
  • Aucouturier, B. (1994): “El itinerario de la práctica psicomotriz”. Seminario de Psicomotricidad. Santa Cruz de Tenerife. ACAPSI.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Blog de WordPress.com.

Subir ↑

A %d blogueros les gusta esto: